La música cubana vuelve a vivir un momento histórico. Formell y Los Van Van presentaron esta semana su nuevo álbum y lo llevarán por primera vez al escenario este domingo en el Teatro Karl Marx de La Habana, un reencuentro muy esperado que confirma que el tren de la música cubana sigue en marcha.

La respuesta del público fue inmediata y contundente: el pasado martes, cuando se abrió la taquilla del Karl Marx, las entradas se agotaron en apenas seis horas, llenando las más de 5.000 butacas del mayor teatro del país. Un dato que habla por sí solo y demuestra que, a más de 55 años de su fundación, Los Van Van mantienen una conexión intacta con su audiencia, sin importar generaciones ni tendencias.

La agrupación no se presentaba en este emblemático escenario desde hace más de 15 años, y este regreso tiene un peso simbólico especial. Para Samuel Formell, director de la orquesta e hijo de su fundador Juan Formell, el concierto es una deuda saldada y una celebración colectiva.

“Muy feliz y muy contento de poder realizar nuevamente un concierto en este teatro. Ese público lo estaba esperando. Este concierto es para las nuevas generaciones, para quienes nos siguen, para dejar plasmada esa buena música que mi padre inició en los años 70 y que hoy seguimos manteniendo viva”, expresó Formell.

Un viaje por la historia… y por el presente

El concierto promete ser un recorrido amplio por la historia de Los Van Van, con clásicos que forman parte del ADN musical de Cuba y temas recientes que confirman la capacidad de la orquesta para renovarse sin perder su esencia.

Para ello, la noche contará con la participación de Pedrito Calvo y Mayito Rivera, dos voces emblemáticas que marcaron épocas inolvidables dentro de la agrupación. Al mismo tiempo, el show apostará por el presente y el futuro, con la inclusión del artista urbano Wampi, con quien Los Van Van colaboraron en el disco El rey de La Habana, tendiendo puentes entre generaciones y estilos.

Música sin fecha de caducidad

El éxito de este lanzamiento y la expectativa alrededor del concierto reafirman algo que el público cubano sabe bien: la música de Los Van Van no responde a modas pasajeras. Es una obra viva, en constante evolución, que sigue marcando el pulso del baile, la identidad y la memoria colectiva del país.

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