En la década de los 90, antes de los controladores digitales y los programas de mezcla avanzada, los DJs dependían de su ingenio y habilidades manuales para conquistar las pistas de baile. Aquella época, marcada por los cassettes, representó un desafío único que solo los más creativos podían dominar.

Mezclar con cassettes requería precisión, paciencia y un oído impecable. Los DJs utilizaban reproductores de cassette con control de pitch (si tenían suerte de encontrar uno), pero la mayoría confiaba en su habilidad para adelantar o retrasar las pistas manualmente. Los momentos más emocionantes sucedían cuando las cintas eran recortadas y empalmadas con cintas adhesivas para crear loops o transiciones personalizadas. ¡Todo un arte!

Además, el rebobinado y el avance rápido eran parte de la rutina. Los DJs siempre marcaban el minuto exacto de inicio de las canciones y usaban una calculadora o su instinto para cronometrar las mezclas. Por si fuera poco, muchos improvisaban creando efectos utilizando grabadoras dobles, añadiendo eco o distorsiones únicas.

En una época sin herramientas digitales ni auto-sync, la magia ocurría gracias a las horas de ensayo y a un amor inmenso por la música. Lo más sorprendente es que, a pesar de las limitaciones tecnológicas, estos DJs lograron mover a miles de personas al ritmo de sus creaciones.

La cultura del cassette nos deja un legado invaluable de pasión y creatividad, que sigue inspirando a las generaciones actuales.

Dinos, oyente, ¿tú conociste a algún DJ que mezclara con cassette? ¡Comparte tu historia en nuestra sección de comentarios! ✍️

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